Bien, se ha destapado este tamal, que bueno, a como son las cosas en este país, en tres días se va a olvidar y todo el mundo igual, a seguirle dando plata, disfrazada de diezmos y limosnas, a este triunvirato de vividores y a toda su comitiva.
Lo que más me revienta es que el Estado les sigue dando plata a estos parásitos, para que luego la vayan a invertir en sociedades en Panamá, prestarla a inversionistas ligados con la mafia italiana, y se siga despilfarrando en anillos de oro, sotanas de lujo y demás lujos, plata que a usted que lee este comentario y a mi, y a todos, nos cuesta ganar. Mas cuando yo personalmente no creo en ellos, ni en la institución que representan.
Pero dentro de todo esto, hay una luz, ya la SUGEF acusó a la Conferencia Episcopal por intermediación financiera ilegal. Me alegra que a estos tipos, que usualmente creen que están por encima del bien y del mal, los tallen. ¿No fue San Casimiro el que encubrió y protegió a un sacerdote acusado de violación de menores, ayudándolo a evadir la justicia? Con currículums así, se puede esperar cualquier cosa.
Espero que pronto, se elimine de la Constitución el artículo que dice que la religión católica es la oficial del Estado y que éste está obligado a manternerla, que se elimine todo rastro de la intromisión de la religión en el Estado, que cada credo se vea obligado a sostenerse solito (si sus seguidores, o los de Zacarías, quieren seguir botando su plata, allá ellos, pero que me dejen mi bolsillo tranquilo).
